Historia de Japón
■ La fundación del país (710 a. J.C.)
La historia antigua de Japón se mezcla con la mitología. Al igual que el resto de las naciones, Japón está orgulloso de su larga historia, ilustrada por la mitología y por los descubrimientos arqueológicos. El país no fue unificado en un estado antes del siglo cuarto, durante el cual se estableció la dinastía Yamato. El sintoísmo era la religión principal. Es una religión propia de Japón, cuyo origen y fundador se desconocen. Se caracteriza por el respeto hacia la naturaleza, los antepasados y los héroes nacionales. La creencia en la divinidad del Emperador sería en aquel entonces una de sus principales características. Los dos santuarios más antiguos que se construirían, se dice que en la época de la mitología de los dioses, son el santuario de Ise y el santuario de Izumo Taisha, en Taisha, cerca de Matsue.
Durante el siglo sexto, el budismo importado de Corea y de China se extendería por el país ejerciendo una importante influencia en todos los ámbitos. Durante los siguientes siglos, el budismo desempeñaría un importante papel en la creación de la cultura única de Japón.
A principios del siglo séptimo, el regente Shotoku Taishi llevaría acabo reformas políticas y establecería un gobierno constitucional. Además, contribuiría importantemente a desarrollar la cultura de la educación. Este príncipe, de ardiente devoción por el budismo, hizo construir numerosos templos, siendo el más importante el templo Horyuji, considerado como el edificio de madera más antiguo del mundo.
■ El desarrollo del budismo en la época de Nara (710-784)
Hasta 710, la capital se desplazaría cada vez que un nuevo Emperador subiera al trono. Sin embargo, en el año 710, la corte imperial se fijaría definitivamente en Nara. Durante los 84 años de este periodo, siete Emperadores se irían sucediendo en Nara. Le budismo se desarrolla y miles de templos se construirían uno tras otro por todo el país. Además, aparecerían otras esculturas y otras formas de arte
influenciadas por el budismo, de los que algunas muestras se han conservado hasta nuestros días. La escultura más impresionante es la imagen de bronce de Buda, realizada en el 752 en el templo de Todaiji, en Nara, ES la estatua más grande realizada en bronce de Buda en Japón, Incluso hoy en día, Nara se enorgullece de sus antiguos templos y de los panteones de la familia imperial.
■ La cultura de la corte próspera durante la época de Heian (794-1192)
La capital sería trasladada en el 794 a Kioto. Japón comienza una época de prosperidad. Durante la época de Heian, las culturas y las ideas importadas serían gradualmente asimiladas y poco a poco japonizadas. La invención de una nueva escritura japonesa aportaría los primeros desarrollos de la literatura y de la poesía. Las artes tales como la pintura, la escultura o la arquitectura mostrarían además el carácter único de la cultura japonesa en aquella época. El dicho de Genji, el relato de ficción más antiguo del mundo, es su mejor ejemplo.
Al principio del periodo Heian, la corte imperial disfrutaba de un gran poder y era próspera, pero durante la última parte de esta época, los clanes militares ganarían en influencia. Una serie de guerras civiles llevaría a Japón hasta la época feudal.
■ El periodo Kamakura (1192-1333)
Japón entra en el periodo feudal una vez que el gobierno militar se estableciera en Kamakura en 1192. La dinastía Genji, al ganar la batalla contra la dinastía Heike dominaría Japón. Yoritomo, jefe de la dinastía Genji fundó su gobierno taicún en Kamakura. Este seria el primero de una serie de gobiernos militares que durarían alrededor de 700 años hasta la restauración de Meiji en 1868.
Durante esta época, varias sectas budistas se crearían ; Jodoshu, Rinzaishu, Jodoshinshu, Sotoshu, Nichirenshu y Jishu. La angustia general le permitiría reclutar numerosos adeptos de entre el pueblo. Las sectas de Jodo y Nichiren, así como el nuevo movimiento Sokagakkai son incluso más importantes en la actualidad.
La escuela zen obtendría un cierto éxito en la clase militar. La vida era simple y rigurosa. El principio del zen influenciaría mucho el arte y la literatura. Una nueva moda, masculina, reemplazaría a aquella tan elegante del periodo Heian.
■ Los periodos Muromachi y Azuchi-Homoyama (1336-1603)
En 1336, la dinastía Ashikaga establecería su gobierno feudal en Kioto, reemplazando al gobierno de Kamakura. Hasta mediados del siglo XV, los shogun llevarían una vida brillante y los Pabellones de Oro y Plata construidos como villas por los shogun son un buen ejemplo de la prosperidad de aquella época. Otra obra maestra es el jardín de piedras del templo Ryoanji, buen ejemplo de arte inspirado por el budismo zen.
Sin embargo, la última mitad del periodo Muromachi y el periodo Azuchi-Momoyama que le siguió, serían dominados por las guerras civiles. Las luchas se sucederían durante más de un siglo por todo el país.
Durante estas guerras civiles, el arte y la literatura no cesarían de progresar: el teatro nô, la ceremonia del té, los adornos florales y el diseño de los jardines que imitaban los paisajes naturales tomarían poco a poco forma y las reglas que se establecieron entonces aún permanecen en vigor. Por otra parte, los majestuosos castillos aparecerían, no solamente con el objetivo de la defensa militar, sino para además demostrar el poder del señor feudal a sus súbditos.
■ El periodo Edo (1603-1867)
TOKUGAWA Ieyasu llegaría al poder y establecería su gobierno en 1603, en Edo, el Tokio de la actualidad. La estructura política, que imitaba a la de shogunat de Kamakura, sería sin embargo más sistemática y se concebiría para controlar de cerca de los señores locales. Es la razón principal por la que el periodo Edo duró 260 años.
En 1633, todos los puertos abiertos al comercio Internacional se cerrarían, a excepción de Nagasakí donde los holandeses y los chinos estaban autorizados a comerciar. Su presencia estaba estrictamente limitada a un pequeño distrito de la ciudad. Este era el único punto a través del cual los japoneses podían percibir lo que ocurría en el mundo. Durante este tranquilo periodo, las diversiones de cualquier tipo estarían muy de moda. El teatro kabuki y el tallado de madera agradarían al publico. La calidad de las mercancías de porcelana, los brocados en seda y las lacas mejorarían. Sin embargo, hacia mediados del siglo XIX, los desarrollos de la economía y del comercio, de una cultura y de un modo de vida urbano muy sofisticados pondrían en evidencia el carácter anticuado del sistema feudal adoptado por el shogunat de los Tokugawa.
En 1853, el Comodoro Perry de la marina de los Estados Unidos llevó su flota al puerto de Uraga, cerca de Tokio y obligaría al gobierno japonés a comerciar con los Estados Unidos. En consecuencia, dos puertos, Shimoda y Hakodate, se abrirían al comercio internacional.
Este encuentro inesperado con el oeste y sus tecnologías avanzadas contribuiría a la caída del gobierno de shogunat de los Tokugawa. Japón se encontraría así en la necesidad de ponerse al nivel de los países occidentales. Este sería el principio de un nuevo periodo.
■ El nacimiento del Japón moderno
En 1868, el gobierno imperial de Meiji sería finado en Tokio. Este fue un gobierno constitucional absolutamente nuevo. Japón se introduciría en un proceso de modernización rápido. Las culturas occidentales penetrarían en Japón rápidamente y se asimilarían enseguida por los habitantes.
Se creó el sistema postal; los servicios de ferrocarriles y portuarios se inaugurarían. Se puede decir que la revolución industrial de Japón se concluiría rápidamente antes del final de la era Meiji que no duraría más que 45 años.
Tras la segunda guerra mundial, se llevaron a cabo grandes reformas para transformar Japón en una verdadera democracia.
■ El Japón de hoy en día
Japón, aislado del mundo exterior durante más de tres siglos, creó una cultura y unas tradiciones únicas. Después, una ola de modernidad sacudió el país en el momento de la Restauración de Meiji en 1868. En la actualidad, Japón es uno de los principales países industrializados.
El modo de vida de los japoneses está considerado como elevado por varios métodos de medida. Actualmente, los japoneses son cada vez más proclives a adoptar el modo de vida occidental, particularmente en lo que se refiere al mobiliario y a la alimentación. El alto nivel de higiene, al igual que el índice de criminalidad excepcionalmente baja son especialmente destacables.