Nota: Este artículo lo escribí originalmente en la Wikipedia (que personalmente adoro), pero pierdo mucho tiempo buscando referencias para todo y formateando en formato wiki así que he decidido ampliar el artículo aquí «a mi manera» y con información ampliada. He dividido el artículo en dos partes porque tardaba mucho en cargar.
La primera parte de este artículo está aquí:
Clasificación de meteoritos (1 de 2). Tipos, composición, ejemplos, etc.
Las formas o criterios para establecer una clasificación de meteoritos han ido variado desde el siglo XIX en base a los nuevos conocimientos. Ninguna clasificación de meteoritos es más correcta o más válida que otra. Desde hace un par de años he tenido problemas para clasificar correctamente mi colección personal de meteoritos y después de encontrar más de 12 clasificaciones diferentes por Internet, el Dr. Cesar Menor Salvan desde la web foro-minerales.com me aclaró entre otras cosas, que las clasificaciones son prácticamente las mismas, pero con diferentes niveles de refinamiento o detalle.[1]
ÍNDICE |
1. Evolución de la clasificación
Aristóteles, Séneca y Plinio fueron los primeros «investigadores» sobre el tema de los meteoritos, Aristóteles dedujo que debían ser objetos que volaban a alta velocidad por la atmósfera, aunque en aquella época se creía que los dioses se tiraban objetos los unos contra los otros y Aristóteles pensó que los meteoritos eran de origen terrestre. Durante los siguientes siglos, en el mundo occidental vino la oscuridad científica de la época cristiana y más bien se lo tomaron como señales divinas sin preguntarse nada más.
En 1794, un físico alemán llamado Ernst Florens Friedrich Chladni fue el primer científico que presentó un informe con avistamientos en varios países y pruebas irrefutables que los meteoritos no eran del planeta Tierra. Aún así, los científicos de la época rechazaron la existencia de los meteoritos y siguieron pensando como Aristóteles que eran de origen terrestre.
Entonces en el siglo XIX ocurrieron dos cosas: por un lado, la Academia de Ciencias francesa declaró que los meteoritos eran una mera fantasía y por tanto no existían. Georges Cuvier (naturista francés) se sumó a la declaración diciendo que: «las piedras no pueden caer del Cielo, porque en el Cielo no hay piedras»
Por otro lado, en la tarde del 26 de Abril de 1.803, cerca de la ciudad L’Aigle (Norte de Normandia, Francia) cayó un meteorito que se partió en más de 3.000 fragmentos y el fenómeno fue muy espectacular. Al enterarse de este evento la Academia Francesa de Ciencias envió al joven científico Jean-Baptiste Biot para investigar. Después de un minucioso trabajo en el campo se informó de dos tipos de pruebas que apuntaban a un origen extraterrestre de las piedras. Habían muchas piedras idénticas en diferentes lugares y además la caída la habían visto numerosas personas.
A partir del debate que se originó, con los años fue ganando la idea de las «piedras extraterrestres» y se empezaron a realizar estudios sobre sus características diferenciadas de las rocas terrestres como su composición química, minerales nuevos y otras peculiaridades.
Desde entonces la «clasificación clásica» de meteoritos consistió básicamente en tres apartados: pétreos, metálicos y metálicorrocosos. En un principio se pensaba que los meteoritos provenían del mismo cuerpo: rocas (la superficie), metálico (el núcleo del supuesto cuerpo) y mixto (entre la superficie y el núcleo). Pero alrededor de 1970, se pudieron estudiar los meteoritos con mejores microscopios y realizar análisis químicos más profundos a nivel de isótopos. Esto provocó que la «clasificación clásica» que había sido utilizada durante décadas comenzara a no ser válida, ya que como dice el Dr. Jordi Llorca Piqué en uno de sus libros, muchos meteoritos aparentemente iguales, no eran de la misma época ni del mismo cuerpo de origen.[2]
El Dr. Llorca en otro de sus libros hace un símil muy bueno: dice que es como tener tres huevos, uno fresco, otro a los tres minutos y el otro duro. La relación entre los tres es que inicialmente todos eran frescos, pero con la temperatura y el tiempo se convirtieron en «huevo de tres minutos» y en huevo duro. Una vez alcanzado uno de estos dos últimos estados, no es posible volver al estado inicial del huevo fresco, ya que el proceso es irreversible. Con los meteoritos sucede algo parecido y entre otros aspectos, debido a esta transformación se tuvo que cambiar la clasificación por la moderna para especificar tanto el origen como el tiempo de «cocción».[2]
Poco antes de 1980 se observó que las condritas no afectadas por metamorfismo (por agua o por temperatura), eran las únicas que preservan información sobre su acreción, es decir, que desde su formación hace 4.555 millones de años no han sufrido cambios. [3] Utilizando el símil anterior, las condritas (de clase 3) serían los huevos frescos sin metamorfosear.[2]
Así que se acordó hacer una escala de «alteración» entre 1 y 6: donde 3 significa «no alterado», los números 2 y 1 se asignan a condritas con alteración acuosa (2 es poco y 1 es muy alterada) y los números 4, 5 y 6 se asignan a las condritas metamorfoseadas térmicamente (4 es poco alteradas y 6 es muy alteradas).[3] En la tabla superior se puede ver la clasificación que hizo el geólogo Harry Y. McSween en 1999.
La clasificación de meteoritos moderna tiene en cuenta los criterios mineralógicos y texturales para crear una serie de grupos de meteoritos. Criterios como distribución de minerales, tamaño de grano, abundancia de elementos como níquel, hierro, calcio o magnesio, son aspectos que se contemplan en la clasificación. En ultima instancia, el cuerpo de origen del meteorito (asteroide, planeta Marte, la Luna…) también se contempla en la clasificación. Así pues, tal como me dijo el Dr. Cesar Menor Salvan, al ir aumentando el conocimiento va refinándose la clasificación.[1]
Desde hace unas décadas hay unas redes fotográficas en diferentes países y gracias a ellas se ha podido fotografiar caídas de meteoritos como la de Pribram (Praga, 1950) o en Lost City (Oklahoma, 1970), que han permitido calcular matemáticamente las trayectorias que llevaban y su punto de origen. Por eso hoy en día se sabe con certeza que la inmensa mayoría de los meteoritos provienen del cinturón de asteroides, concretamente de los asteroides «289 Nenetta», «3819 Robinson», «3103 Eger» y sobre todo del asteroide «Vesta». Este último recibió hace unos 1.000 años un brutal impacto de otro objeto, que además de perder parte de su masa dejo profundas cicatrices. En el 1996 el telescopio espacial Hubble, localizó en Vesta un cráter de 430 km!!
2. Clasificación antigua (o clásica)
La clasificación más conocida y simple que se ha utilizado hasta hace bien poco (y que en algunos ambientes se sigue utilizando) es la siguiente:
- Meteoritos pétreos (también llamados: rocosos)
- Meteoritos metálicos (también llamados: sideritos, de hierro, ferrosos, férricos, «irons»)
- Meteoritos metalorocosos (también llamados: siderolitos, mixtos, férricos de tipo rocoso, ferro-pétreos, petro-ferrosos, rocoso-metálicos, litosideritos, pétreo-metálico, «stony-irons»)
- Pallasitas
- Mesosideritas o (Mesosideritos)
3.- Recursos para realizar la clasificación
Las siguientes tablas pueden orientar a la hora de clasificar un ejemplar de meteorito, a partir de sus características como la composición química, características físicas como el diámetro de los cóndrulos o su densidad.
La foto anterior es de la web italiana: helldragon.eu
El aspecto físico interno del meteorito y su composición también puede orientarnos en su clasificación: (Tabla de M.J.Muñoz-Espadas)
- Datos procedentes de Grossman (1988), y referencias en él citadas. Los tamaños difieren entre los tres grupos de condritas ordinarias. Las medias de cada grupo, en mm, son H: 0,3, L: 0,3-0,8, LL: 0,9 mm.
- Tipos de cóndrulos según su textura: P: porfídicos; PO: porfídico de olivino; PP: porfídico de piroxeno; POP: porfídico de olivino y piroxeno; RP: radial de piroxeno; C: criptocristalino; GOP: granular de olivino y piroxeno; BO: barrado de olivino.
- Tipos de cóndrulos según la composición de sus olivinos u ortopiroxenos: I si Mg/Mg+Fe2+molar >90; II si es <90.
Las distintas densidades de los meteoritos de cada grupo se pueden observar en la siguiente tabla:
Tipo | Densidad g/cm3 | |
Condritas ordinarias | LL | 3.21 (± 0.22) |
L | 3.35 (± 0.16) | |
H | 3.40 (± 0.18) | |
Condritas enstatitas | EL | 3.55 (± 0.1) |
EH | 3.72 (± 0.02) | |
Condritas carbonaceas | CI | 2.11 |
CM | 2.12 (± 0.26) | |
CR | 3.1 | |
CO | 2.95 (± 0.11) | |
CV | 2.95 (± 0.26) | |
CK | 3.47 (± 0.02)* | |
Acondritas | Aubritas | 3.12 (± 0.15) |
Diogenitas | 3.26 (± 0.17) | |
Eucritas | 2.86 (± 0.07) | |
Howarditas | 3.02 (± 0.19) | |
Ureilitas | 3.05 (± 0.22) | |
Shergottitas | 3.10 (± 0.04) | |
Chassignitas | 3.32* | |
Nakhlitas | 3.15 (± 0.07) | |
Metaloférricos | Mesosideritos | 4.25 (± 0.02) |
Pallasitos | 4.76 (± 0.10) | |
Metálicos | (hierro/níquel) | 7 – 8 |
Las densidades de los meteoritos se puede calcular con dos métodos:
El primero es utilizando el método de Arquímedes pero sólo funciona con ejemplares de meteoritos un poco grandes ya que con objetos pequeños se acumulan muchos pequeños errores que al final puede dar un resultado erroneo. Simplemente es llenar un vaso hasta el borde, poner el meteorito dentro y pesar el agua que se ha salido del vaso. Luego hay que aplicar la fórmula:
Densidad del meteorito =
= Peso del meteorito / Peso del agua desplazada
El segundo método para calcular la densidad del meteorito, es más preciso y se puede hacer con ejemplares más pequeños de meteoritos, pero es un poco más complicado de realizar.
P_aire – P_agua = Volumen
P_aire = peso del meteorito (fuera del agua)
P_agua = peso del meteorito (en el agua)
Una vez ya tenemos el volumen, obtendremos la densidad en gramos por centímetro cubico con la fórmula:
densidad (g/cm³)=Masa/Volumen
4.- Referencias
- ↑ a b Pequeña guía sobre los meteoritos y cómo desechar los falsos del Dr. Cesar Menor Salvan, Centro de Astrobiología Madrid (CSIC–INTA)
- ↑ a b c Meteoritos y cráteres (2004) del Dr. Jordi Llorca Piqué ISBN 84-9743-124-3
- ↑ b c Tesis doctoral «Mineralogía, texturas y cosmoquímica de cóndrulos en condritas H4, H5, L5 Y LL5» de la Dra. M.J.Muñoz-Espadas (2003), Universidad Complutense de Madrid (España). ISBN 84-669-1784-5
5.- Enlaces externos
- Meteoritical bulletin database, Base de datos de todos los meteoritos.
- Pequeña guía sobre los meteoritos y cómo desechar los falsos del Dr. Cesar Menor Salvan, Centro de Astrobiología Madrid (CSIC–INTA)
- Meteorite Classification List – Meteorites Australia.
- Meteorite Classification – Meteorites Australia (clasificado por fotos).
- NASA – Web Curation/Antarctic meteorites.
- Homepage of Thomas Witzke Una excelente página con clasificaciones y fotos.
- Página de Randy Korotev, un gran experto mundial en meteoritos
- Otra página importante de Randy Korotev
- Clasificación moderna visual de meteoritos.
- Clasificación en forma de árbol – National History Museum
Esta es la segunda parte del artículo, la primera parte está aquí:
Clasificación de meteoritos (1 de 2). Tipos, composición, ejemplos, etc.
4 comentarios
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Es interesante la manera en que desarrolla el tema en estas páginas.
Los catálogos de Meteoritas de Hey, y el de Catálogo de meteoritas de México de Gerardo Sánchez-Rubio puede ayudar a actualizar o confirmar datos.
Felicidades por esta aportación a la cultura científica.
Minero2k13
Es claramente tendencioso y no demasiado «científico» tachar a «los siguientes siglos» como «la oscuridad científica de la época cristiana». Tampoco que se tomaron los meteoritos como señales divinas, al menos de manera generalizada.
Sólo con la consideración de que el cristianismo inculturizó la idea de la existencia de una verdad absoluta, así como del valor del conocimiento de la verdad para la libertad del ser humano, se puede entender por qué la sociedad occidental es la que más ha aportado al desarrollo científico o porqué el saber griego se ha mantenido hasta nuestros días mientras que grandes avances científicos de otras civilizaciones se han perdido en el transcurrir de los tiempos.
Esta idea de enfrentar la ciencia y la religión, siendo que grandes científicos comparten conocimientos transcendentes, o que incluso han sido científicos y religiosos simultáneamente, debería ser suficiente para hablar de dicha relación con mayor seriedad.
Javier, Físico Teórico
Al parecer poseo un fragmento de condrita carbonacea de tipo CM NEGRO superduro y brillante con peso aprx de 60 gramos
al parecer poseo un fragmento de roca negra con microporos , destella a luz un blaco plateado , es algo imantada, su densidad es liviana (de 1.5 a 2 aprox al microscopio se destellan universos de luz